Los alemanes en Chile

Si los alemanes emigraron a Chile, fue principalmente porque el gobierno chileno había fomentado la inmigración europea por razones económicas, sociales y estratégicas.

Es de saber que una gran parte del territorio del sur quedaba en aquel entonces bajo el control de las tribus indígenas, los mapuche. Por lo tanto se desarrollaron proyectos de colonización en la dirección de grandes áreas del norte y del sur.

En Chile y en América Latina en general, grandes segmentos de la élite política tenían un proyecto de expansión nacional y necesitaban una inmigración laboral extranjera, con el objetivo de poblar regiones en desarrollo que la población chilena, escasa, no podía llenar.

Chile es en la época un territorio rico en recursos, pero sufre de una falta de mano de obra capaz de explotar el potencial económico. El problema del desarrollo está también directamente relacionado con la falta de iniciativa empresarial y de formación de la población chilena.

Así fue como las primeras nueve familias alemanas, con 34 personas, llegaron a bordo del “Catalina” el 25 de agosto de 1846, como parte de un acuerdo privado. Proyectos oficiales de inmigración se desarrollaron luego cuando el gobierno chileno promulgó, el 18 de noviembre de 1845, la Ley de Residencia, por la que el Estado ortogaba 6.000 cuadras para recibir a colonos nacionales y desde el extranjero. Por ejemplo en la colonia de Llanquihue se reclutaron de 150 a 200 familias de agricultores y artesanos. Los primeros colonos quienes desembarcaron eran todos protestantes, en contradicción con las instrucciones del gobierno que favorecía a los católicos.

El proyecto de la inmigración alemana a Chile en fin de cuentas se realizó bajo la fuerza de tres factores convergentes: la voluntad y la acción del gobierno chileno para que aquellos individuos se hicieran colonos en Chile y la necesidad para ellos de emigrar para vivir mejor.

Una primera ola de inmigración va desde 1846 hasta 1875, con viajes privados como ya lo mencionamos. La segunda ola empieza de nuevo en 1882 hasta 1890 y es parte de un proyecto multinacional de inmigración chilena llevada a cabo principalmente por la Sociedad de Fomento Fabril.

De 1890 a 1914, la emigración alemana continúa y se difunde en todo el territorio chileno. Otros vendrán a Chile, alternativamente refugiados judíos que huían del régimen de Hitler y, en menor medida, después de la Segunda Guerra Mundial, los criminales de guerra nazis.

Emigración judía – Editorial

Emigración judía

¿Por qué tratamos de la emigración judía en el siglo XIX?

Ante todo, porque teníamos que hablar de la emigración de los europeos. Elegimos tratar principalmente de la emigración de los judíos en el siglo XIX.

La redacción quiso publicar a un hombre que cuenta la vida de su abuelo, cuando era un niño. Al final del siglo XIX, los judíos perseguidos en Rusia tuvieron que migrar a la Argentina. Después de haber comprado las tierras y de haber llegado, la decepción fue grande. Las tierras que habían comprado no eran disponibles. Pero mediante ayudas pudieron sobrevivir. ¡Es una buena moraleja porque siempre hay que alcanzar sus objetivos y deseos !

Para lo que es de la imagen, elegimos una foto simbólica, la de la ciudad de Moisés Ville, donde vivió el abuelo de nuestro testigo.

El camino a la fortuna – Editorial

La Casa de Indianos la podéis ver en Colombres, en España. Es una gran casa azul ¿pero sabemos quién ha construido esta casa? Es un indiano: un español que ha ido a América latina y que ha vuelto a España con mucho dinero. Nos permite descubrir la vida de uno de aquellos indianos.

Hemos elegido un diario íntimo para contar el viaje de un hombre español: Roberto, de su salida de España hasta su nueva vida en Argentina donde ha hecho comercio y agricultura. Y la particularidad de los indianos es que vuelven a su país de origen.

También construyeron muchas casas grandes en España llamadas “casas de indianos” porque eran muy acomodados dinero cuando volvían. Compararemos una casa de indianos antes y después de su viaje.

¡Revivid con nosotros la gran aventura de los indianos!

Una familia española

Una familia española – noticiadenavarra.com

La primera foto está en blanco y negro.

Hay una familia de diez personas, frente a su casa. Miran al fotógrafo pero nadie sonríe, parecen tener una expresión cerrada como un modesto orgullo; solamente dos de ellos tienen una sonrisa.

Están vestidos con ropa vieja y gastada, vemos entonces que no tienen mucho dinero para comprarse ropa nueva cada día. A la derecha vemos a una señora con su máquina de coser: es una cosa cara para la época y no toda la gente podía tener una. Ellos la tienen porque son una familia de zapateros y las necesitan para coser la tela para cubrir los zapatos. A la izquierda vemos a cinco personas que tienen una mesita que tiene de todo un poco, quizás las herramientas del zapatero: un cuchillo para el cuero, un martillo de remendón, escarificadores, ruedas dentadas. Todo lo necesario para un zapatero.

La segunda foto : http://www.flickr.com/photos/prodias/2752405491/#/photos/prodias/2752405491/lightbox/

La segunda foto fue tomada de color: la casa es mucho más grande que la de la otra foto. Y vemos que tiene muchos pisos. Guardaron todos sus muebles dentro de la casa.

Es posible que sea la misma familia, que de regreso de América, hubiera decidido hacer una nueva vida con todo el dinero que se llevaron de allí.

Entonces: cuando los indianos regresaron de América, volvieron ricos.

 

Webografia

Imágenes:

– Wikimédia (https://commons.wikimedia.org/wiki/Accueil)

– Google Imagen (http://www.google.fr/imghp?hl=fr&tab=wi)

– Flickr (http://www.flickr.com/)

 Textos:

– Wikipédia (http://fr.wikipedia.org/wiki/Wikipédia:Accueil_principal)

– Américas (http://www.americas-fr.com/histoire/cortes2.html)

– Libro Les explorateurs (encontrado en la biblioteca de Saint-Georges-lès-Baillargeaux)

Traductor:

– Wordreference (http://www.wordreference.com/)

– Reverso (http://www.reverso.net/text_translation.aspx?lang=FR)

La foto ¿un testigo?

Se trata de una foto. Moisés Ville es una pequeña ciudad en la provincia de Santa Fe en Argentina, fundada el 23 de octubre de 1889 por Judíos de Rusia y Europa del Este, quienes estaba huyendo de los pogroms y las persecuciones.

Ellos fueron financiados y apoyados por la JCA (Jewish Colonización Association) fundada por el Barón Maurice de Hirsch.

En el primer plano vemos a judíos a caballo que entran en la colonización. Vemos su ropa que no parece de todos los días. Parecer más bien ser como una celebración de algo.

En el segundo plano vemos carteles de bienvenida sobre los cuales está escrito “Bienvenidos en la ciudad de Moisés Ville”. Por cierto, es así como se puede identificar que bien se trata de Moisés Ville.

Podemos confirmar que la foto es vieja y los caminos son de tierra.

Aparece sobre todo una fecha, 1889-1964 y una mención: “Aniversario colonización”. Se puede decir que debe de ser el cumpleaños de la ciudad, los 75 años. Tal vez la foto fuera sacada en 1964.

http://www.regionhoy.com.ar/

Diario íntimo de un indiano

¡Hoy voy a ver a mi abuela que vive en Colombres, me cambia de mi pequeña casa de Cádiz! Su casa es realmente alta. Tiene tres pisos, una docena de cuartos para dormir, una biblioteca muy grande con libros viejos, barandilla de escalera de madera, lustres magníficos, litografías, doraduras…

Una vez mis maletas puestas, decidἰ visitar esa casa que no habἰa visto desde hacἰa muchos años. Cuando salí de mi habitación, vi las escaleras que permitἰan ir al tercer piso. Me acordé de que mi abuela me prohibía siempre ir al desván del tercer piso. Miré por encima de la escalera si mi abuela estaba aquí, y comencé a montar la escalera. Había un pequeño corredor con una puerta menos obrada que las de los primeros pisos.

Abrí la puerta y vi una pequeña habitación oscura. No había muchas cosas: dos maletas antiguas y un baúl. Decepcionada de ver que las dos maletas estaban vacías, abrí el baúl. Vi un diario negro con la portada dañada y las páginas amarilleadas. Comencé a leer:

“ El 4 de marzo de 1900:

Son las dos de la mañana, no puedo dormir porque pienso en mi esposa, Anabella y en mi niña, Helena, porque como todos los hombres que están en el barco no tengo elección. La vida en España es muy difícil, no hay comida y en América se puede cultivar porque hay muchas tierras vírgenes.

El 5 de marzo de 1900:

El viaje es muy difícil porque no se tiene mucha comida en el barco, y sólo llegamos en Argentina en un mes.

El 9 de marzo de 1900:

Ésta es la primera vez que veo el mar, hoy he visto peces y aves que vuelan por encima del mar. ¡Es maravilloso! Pero vomité varias veces porque tengo mareo. Espero que el viaje pronto termine.

El 16 de marzo de 1900:

Tengo dolor de espalda porque duermo sobre el suelo que es muy duro. Dicen que llegamos dentro de ocho días.

El 27 de marzo de 1900:

Finalmente, llegamos a Argentina, este país es fenomenal, quisiera que Anabella y Helena estuvieran conmigo. Pero con los otros hombres se trabaja en las tierras que se pueden  cultivar. Si trabajo muy bien, me ganaré mucho dinero y podré volver a España.

El 28 de mayo de 1900:

Desde un mes trabajo en los campos y gano un poco de dinero. Lo envio a mi esposa, para ella y mi niña. No puedo escribir en mi diario mientras tanto, debo trabajar mucho, quiero volver al lado de mi familia lo mas rápido posible.

El 14 de enero de 1903:

Llevo tres años trabajando ahora y me gané mucho dinero, estuve trabajando mucho en los campos. Hay hombres que venden esclavos para ganar dinero pero prefiero trabajar mucho y ganar dinero honestamente. Tengo muchos ahorros y puedo comprar un nuevo terreno virgen para ganar más dinero. Voy a tener que trabajar mucho y no podré escribir más en mi diario.

El 30 de junio de 1910 :

Después de un comienzo difícil, las cosechas son muy buenas y mis ahorros aumentan cada vez más. Dos nuevos hombres me ayudan en los campos. Podemos trabajar más rápidamente. Si eso continúa como hoy, podría volver en España en algún años. Pero la vida y el trabajo son muy difíciles, estoy cansado.

El 8 septiembre de 1919:

He recibido una carta de mi esposa. Dice que está en casa de sus padres y que ella y Helena están vivas. He decidido volver más pronto a España, busco un barco para ir a mi casa.

El 30 de abril de 1920:

Ahora puedo volver a mi casa, estoy hoy en un barco. Tengo mucho dinero y podré construir una nueva casa muy grande para mi querida familia.”

Este diario se termina aquí. No sabía que mi abuela lo tenía en su desván porque mi familia es muy rica mientras que Roberto, el hombre de este diario era pobre. Fijándome un poco, me di cuenta de que la madre de mi abuela se llama Helena como la niña de Roberto. ¿Es una coincidencia ?

Abuelo me cuenta su historia

 

Svyatolav estaba enseñando una foto.

– Abuelo ¡dime lo que es!

– Es mi historia, voy a contártela.

“Bien recuerdo, mis padres me habían pedido que hiciera mi maleta. Subimos al coche de papá. Era muy temprano, ya no recuerdo el trayecto, estaba durmiendo. Estábamos yendo a Ucrania. En aquel momento no sabía por qué nos íbamos. Era para huir de Rusia, de los pogroms. La única cosa que recuerdo es nuestra llegada al puerto. Había barcos por todas partes y sobre todo, había el Weser. Nuestro barco: el Weser.

Las velas estaban izadas. Cuando subí al barco, vi a una niña. Nos miramos. ¡Qué guapa era! Lo que no sabía era que veníamos e íbamos juntos al mismo sitio, que íbamos a conocernos. Había muchas familias, era la primera vez que veía a tanta gente. Parecía ser un hormiguero. Y en un momento, cuando estábamos sobre el puente del barco, mi padre a mi derecha y mi madre a mi izquierda, mis manos cogidas de las de papá y mamá, el barco se puso en marcha. Veía la tierra que se alejaba. Veía mi país alejarse. Veía mis once años que zarpaban y no podía hacer nada. ¿Cuándo podría volver?

El 14 de Agosto de 1889 mis ojos vieron una tierra desconocida, la de Argentina. Cuando bajamos, las familias no sabían adónde ir. Mi padre me decía que nos habían robado nuestras tierras.

El grupo estaba excitado: ¡los hombres gritaban tanto! Finalmente un rabino que se llamaba Henry Joseph nos ayudó. Tenía un contacto: un abogado de la comunidad judía, Pedro Palacios. Aceptó vendernos tierras de la región de Santa Fe donde se estaba construyendo en aquel tiempo la línea férrea a Tucumán. El 28 de agosto 1886, el contrato fue firmado.

El viaje fue terrible. A veces, hablaba con Nina. Lo sabía, me lo había dicho. Me decía que le gustaba leer, que tocaba violín. Durante una velada, había tocado para el grupo. Había visto entonces las caras sonreír, los ojos brillar. Todo el mundo estaba encantado. Pero, por la mañana, tuvimos que seguir nuestro periplo.

Cuando llegamos, estábamos muy cansados. Faltaba algo, algo que estaba mencionado en el contrato. Faltaban los animales, faltaba el apero de labranza… Pero, nadie tenía el ánimo de ponerse nervioso. Dormimos en los vagones de la línea, no lo podíamos en otro lugar. ¡Teníamos hambre!

– ¡Ahí! ¡Toma lo que te doy!

– Muchas gracias.

Sí, los trabajadores de la línea nos daban de comer. Así los colonos empezamos a establecernos en la Argentina: hambre, soledad, sufrimiento sin fin pero unos gestos de solidaridad también.

En todas las veladas, tocaba violín. Distribuía la felicidad. En todas las veladas, tocaba violín, pero, cada vez sentía un poco más de tristeza. Tenía el tifus. En una velada, ya no tocó. Estaba muerta. Estaba tan conmovido, triste. Después de ella, sesenta y tres niños murieron.

Un día, vi a un hombre. ¿Quién era? Estaba bien vestido, era pequeño, gordo. Y lo miraba todo, miraba nuestras vidas. Era W. Loewenthal. Parece que fue él quien nos ayudó.

Recuerdos de la conquista de México

Encontramos en una maqueta de un navío del siglo XV el diario de a bordo de un joven marinero que trata de su viaje a América Latina.

Nació en España. Era huérfano, no tenía dinero, entonces robaba para sobrevivir pues andaba buscado por la policía. Vivía en la calle. En esa época era la miseria en España.

“Lunes, dieciocho de noviembre de mil quinientos dieciocho: embarqué en España en un navío de comida,  fue la ocasión de salir para descubrir el nuevo mundo, ir a América Latina y Central. Es un país de oro.

Martes, diecinueve de noviembre de mil quinientos dieciocho: en el barco hay condenados a muerte y prisioneros. El camino es muy largo.

Desde mil quinientos dieciocho a mil quinientos diecinueve: atravesamos el Océano Atlántico.

Viernes, catorce de febrero de mil quinientos diecinueve: pasamos todo el día bajo la lluvia. Nos falta comida entonces pescamos y los marineros beben vino. Algunos mueren del tifus. Los marineros se amotinan. Las condiciones de vida y de trabajo son deplorables. El navío es sucio, hay ratas. El trabajo es muy duro.

Lunes, diecisiete de febrero de mil quinientos diecinueve: hace frío y llegamos a la isla de Cuba. Bajamos del navío para explorar esta isla. Me quedé varios meses en la isla y un día fue contratado como marinero en el navío de Hernán Cortés (quien vivirá entre 1485 y 1547, era un militar y conquistador español). 

Martes, dieciocho de febrero de mil quinientos diecinueve: somos 11 navíos, 110 marineros, 570 soldados y 250 indígenas. Salimos del puerto de Cuba. Después una semana de viaje, llegamos a México. Descubrimos el país. Estuvimos acogidos como dioses. Los habitantes de México son indios y van desnudos. Ofrecen los frutos tradicionales. Nos invitan en las chozas para comer y beber la bebida nacional. Ellos nos dan oro y perlas y diamantes. Una tarde, Cortés y nosotros dimos con el tesoro de los indios en la cuidad de México. Nosotros robamos en los templos. Los indios nos atacaron porque les robamos. Los matamos con fusiles una parte de ellos mientras nos atacaban con lanzas. Hicimos prisioneros y se hicieron esclavos.”

Después otros esclavos, negros, de África, fueron deportados a América latina para trabajar.

 

 

¿Por que se van de España?

 

Fuente : http://images.cdn.fotopedia.com/flickr-1133532359-hd.jpg

Es un cuadro que se titula El joven mendigo (óleo sobre lienzo, 134 x 100 cm) y que fue pintado por Bartolomé Esteban Murillo en 1648. Está en el museo del Louvre en París. Es probablemente el más famoso de todos los cuadros españoles conservados en Francia, y ésta es la primera vez que Murillo aborda el tema de los niños de la calle.

Representa a un niño huérfano que puede estar vestido con harapos, con los pies sucios. Está sentado en el suelo, completamente solo en un rincón del interior de unas ruinas. La escena tiene lugar en las calles de Sevilla. A su lado, hay una jarra, una cesta de manzanas y derramó un poco de camarón al suelo, lo que da a pensar que ha podido almorzar. 

En el momento de las conquistas españolas en el mundo, es la pobreza en España y la gente pobre se muere. Así que tan pronto muchos jóvenes eligen partir hacia un destino desconocido, incluso los más pobres y los bandidos.

Para concluir Murillo no esconde los detalles sórdidos, los pies sucios, y los motivos de naturalezas muertas, cesta de paja trenzada y jarra. También incluye violentos contrastes de luz y sombra.